miércoles, 15 de septiembre de 2010

Leer el tarot para encontrar respuestas

El tarot es una herramienta maravillosa. Como conjunto de signos y símbolos se entrega a quienes estén dispuestos a conocerlo para que con él puedan armar distintos relatos e indagar su mito y/o historia personal.


Si bien, al comienzo, es muy tentador leer varias cartas al mismo tiempo, cuando se inicia la tarea de leer el Tarot es preferible hacerlo de modo ascendente, es decir desde una sola carta hasta algún esquema determinado como, por ejemplo, el esquema astrológico que comprende doce cartas.

A medida que se va sintiendo cómodo con los sistemas de lectura que va aprendiendo, animarse a generar esquemas propios de lectura es muy enriquecedor.

Poder componer sus rutas propias de lectura, suma un ejercicio más al aprendizaje del significado del Tarot, porque generar diferentes acciones para incorporar el esquema de tarot es la manera más práctica de interiorizarse con el mismo.

Sería algo así, como conocer el camino que conduce a un lugar dado, y entonces aventurarse a conocer el terreno haciendo otros recorridos, sin perder el objetivo al que se quería llegar en un principio.

Al inicio, en la medida que se utilizan menos cartas, más se aclarará la lectura, y será más precisa, permitiendo ser más contundente al lector ante la consulta que está abordando.

Armar un esquema visual de tarot o tirada implica mucha creatividad que debe poner en acción aquel que este dispuesto a hacerlo. Pero la creatividad no sería algo que surge de modo divino, sino que debe ejercitarse y cuanto más se pone en práctica, más resultados se obtienen.

Si bien, el Tarot, permite a todo aquel que lo maneje sumergirse en sus significados sin predeterminar lugares específicos, previamente, para cada uno de los naipes que se extraigan, es preferible que se coordinen lugares y contextos delimitados para cada una de éstos en la lectura que se pone en marcha.

Establecer una diagramación, permite poder posicionarse de un modo más claro, al lector, sobre la consulta realizada.

Cada mazo representa una complejidad distinta en tanto la simbología y el entorno que en el mismo se haya generado. Un consejo, sería comenzar con un mazo simple en este aspecto, como por ejemplo el tarot Rider Waite, podría decirse que es muy concreto con aquello que presenta en sus láminas.

A medida que se avanza, en el ejercicio y conocimiento del tarot, se puede ir conquistando otros mazos. También es importante comprender que cada mazo tiene un entorno como punto fuerte.

Así por ejemplo, el Tarot Mítico sirve, tal vez, específicamente para una consulta que se apoya sobre los vínculos, y en cambio, el Tarot Osho- Zen presenta claves para meditar.

Todos responden a la consulta, pero el contexto sobre la respuesta que dan es diferente. Es bueno encontrar aquel mazo con el que se sienta más cómodo ante las distintas consultas y/o ante las lecturas en general.